«Moreno Bonilla, dimisión», la crisis del cribado se convierte en un catalizador contra el gobierno andaluz

La crisis del cribado del cáncer de mama se ha convertido en un catalizador social contra la gestión neoliberal del PP de Juanma Moreno en Andalucía.

La crisis que se ha llevado por delante a la consejera de Salud, Rocío Hernández -cesada por Bonilla el pasado 8 de octubre- y que ha escalado a la justicia, por la intervención de la Fiscalía y la denuncia de las mujeres afectadas, lejos de disiparse se profundiza al sospecharse que podría afectar a 20.000 mujeres andaluzas.

La crisis sanitaria andaluza también ha escalado a nivel estatal y ha sido el detonante para que el ministerio de Sanidad haya solicitado información a las comunidades autónomas no sólo sobre los datos de las mamografías, sino también los indicadores de cribado de colon y cérvix, en lo que se presume una crisis mucho mayor y que engloba a otros tipos de cáncer.

La pésima gestión comunicativa del propio gobierno andaluz, que minimizó en un principio el alcance del error, sólo ha tenido un efecto multiplicador de la protesta social. En un principio la consejera dimitida habló de «tres casos puntuales», posteriormente de unas 50 personas afectadas y finalmente se ha asumido la cifra de 2000. Incluso se ha llegado a hablar que la crisis del cribado podría afectar a 20.000 mujeres.

Todo comenzó a principios de 2024 con las primeras denuncias de mujeres afectadas por la ausencia de comunicación por parte del SAS respecto al cribado del cáncer de mama. Ese mismo año, la presidenta de AMAMA (Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla), Ángela Claverol, llegó a reunirse con la anterior consejera de salud, la también cesada Catalina García, lo que rompería el relato de la Junta de Andalucía, en el sentido de que se desconocía tales fallos del sistema.

Fue la Cadena Ser, y en concreto, la periodista Mercedes Díaz, la que comenzó a destapar toda la desidia y el abandono de la Junta de Andalucía hacia las mujeres, a finales de septiembre, dando voz a las víctimas.

Gracias a esta labor, se han ido conociendo múltiples casos como el de Anabel Cano, que ha perdido hoy mismo un pecho. El caso de Anabel es paradigmático. Le hicieron la prueba en 2023. Algo sospechoso tuvieron que ver para recomendar una mamografía. Pero no la volvieron a llamar hasta un año después. En las navidades de 2024 le confirmaron el cáncer y hoy, 10 de octubre, se ha producido la mastectomía.

Falta de recursos

El origen de la crisis podría estar en la falta de medios. Andalucía es la comunidad con menos radiólogos de España, 7,2 por cada 100.000 habitantes, frente a los 9,15 en el conjunto del estado. De hecho, el gobierno de Juanma Moreno (PP) ya ha anunciado la contratación urgente de profesionales. La ausencia de medios se demuestra, además, por la contratación externa de más de 300.000 mamografías con una clínica privada, como ha desvelado elDiario.es.

La crisis del cribado se ha convertido en el principal problema de Juanma Moreno, hasta tal punto que él mismo ha reconocido que podría perder la mayoría absoluta, e incluso, las elecciones andaluzas, previstas para junio.

Lo cierto es que la mala gestión en el cribado del cáncer se ha convertido en un paradigma de la gestión de un gobierno que parecía intocable y que gozaba, aparentemente, de buena salud política. Ni las denuncias e investigaciones judiciales del caso de los contratos del SAS, ni las derivaciones multimillonarias de servicios a la privada habían cuestionado la mayoría absoluta de Moreno Bonilla. Ha sido la crisis del cribado que ha mutado en un catalizador social contra sus políticas la que está sometiendo a su gobierno a las horas más bajas desde hace siete años que llegó al poder.