Catherine Connolly se alzó con la victoria en las elecciones presidenciales irlandesas de 2025 con una abrumadora victoria que alcanzó el 64% de los votos. Su candidatura a la presidencia contó con el apoyo de los partidos de laboristas, Los Verdes, el Sinn Féin y el trotskista People Before Profit-Solidarity.
Heather Humphreys (Fine Gael), su principal oponente de la derecha, obtuvo un 29%. Mientras que el otro candidato de la derecha, Jim Gavin (Fianna Fáil), quien se había retirado previamente, obtuvo el 7%. Un récord del 13% de los votos fueron nulos, auspiciados por la campaña de boicot promovida por la extrema derecha. La participación fue del 46,3% del electorado.
Venció en el electorado femenino y joven. Connolly obtuvo un 57% de los votos entre las personas de 18 a 34 años de edad, frente al 17% de Humphreys. Entre las y los votantes de 35 a 54 años, obtuvo un 49%.
La decisiva victoria de Connolly se puede atribuir a sus propias cualidades como candidata y a la coalición de izquierda y republicana que movilizó en torno a su campaña. Al mantenerse firme en sus convicciones, Connolly logró capear la intensa campaña de desprestigio desatada contra ella por el establishment en las semanas previas a las elecciones. La candidata abogó por denunciar el genocidio palestino y el rearme, lo que fue respondido por una exagerada y violenta campaña de noticias falsas contra ella.
Pero Connolly resistió gracias al apoyo de 15000 voluntarios, la mayoría jóvenes sin partido, muchas de ellas mujeres que habían participado en la campaña por el derecho al aborto.
De este resultado se pueden extraer tres conclusiones inmediatas. La primera es que continúa el declive del apoyo electoral al Fianna Fáil y al Fine Gael, los dos principales partidos de derecha de Irlanda.
En segundo lugar, existe una clara necesidad de articular una alternativa al gobierno sin fin del Fianna Fáil y el Fine Gael. La victoria de Connolly plantea el surgimiento de una alternativa de izquierda. ¿Podrán partidos tan diferentes como el Sinn Féin, el Partido Laborista, los Socialdemócratas, los Verdes y el trotskista People Before Profit-Solidarity seguir trabajando juntos de forma coherente en los próximos años? Esta es una pregunta abierta.
En tercer lugar, la campaña «Arruina tu Voto» indica que las campañas de extrema derecha en redes sociales están comenzando a tener repercusión mucho más allá de YouTube y X y empieza a penetrar en zonas obreras.
