El país emprende el mayor esfuerzo bélico desde 1945 para liderar el Viejo Continente y pasa de gastar 86.000 millones anuales en Defensa en 2024 a 150.000 millones en 2029.
El Gobierno de Alemania planea una inversión militar récord de casi 400.000 millones de euros en los próximos tres años. Así Alemania pretende cumplir con el compromiso del 5% del PIB en gasto de defensa y estar preparada para un conflicto bélico con Rusia para 2029.
El gobierno alemán ha establecido el servicio militar «voluntario» y pretende enrolar a 460.000 soldados frente a los 160.000 actuales. La noticia coincide con el anuncio de Macron de elevar el presupuesto de defensa anual a los 120.000 millones de euros. En la misma línea se ha pronunciado el jefe del Estado Mayor francés, Fabien Mandon, que ha pedido públicamente que la población francesa se prepare para «aceptar la muerte de sus hijos» como parte de la «estrategia de disuasión frente a Rusia».
Volviendo a Alemania, el canciller Friedrich Merz ha prometido convertir al ejército alemán en “el más fuerte de Europa”. Para ello se prevé un rearme desconocido desde la época nazi, con más de 320 nuevos proyectos de armamento y equipos que abarcan tierra, aire, mar, espacio y ciberdefensa.
La industria de guerra alemana ya dispone de 182.000 millones en adjudicaciones que incluyen blindados, sistemas de misiles, defensa anti drones y satélites de comunicaciones y vigilancia. El complejo industrial militar de EEUU también sale beneficiado con la compra de 15 cazas F-35, 400 misiles Tomahawk y tres lanzadores Typhon, además de cuatro aviones de patrulla marítima Boeing P-8A Poseidon
Alemania ya no da miedo a sus vecinos como en los años 30. Al contrario, el rearme alemán transmite una sensación de alivio en los países vecinos más temerosos del oso eslavo, como Polonia y los países bálticos. Sin embargo, la historia moderna ofrece una advertencia que no puede ignorarse: cada vez que Alemania ha emprendido un proceso de rearme masivo, Europa ha terminado sumida en una catástrofe bélica.
