
I Foto por formulario PxHere
El informe de España al mundo, la proyección global de la ultraderecha española contra los derechos sexuales y reproductivos, no deja lugar a dudas: organizaciones españolas proyectan su ideología antigénero en otros países.
El informe de la L’Associació de Drets Sexuals i Reproductius de Catalunya analiza la proyección internacional de cinco organizaciones españolas: Opus Dei, Hazte Oír, CitizenGO, Political Network for Values (PNfV) y Vox (junto a la Fundación Disenso), y su papel en la ofensiva global antifeminista. El informe reporta el accionar concreto de estas organizaciones en la construcción del discurso antigénero en Argentina, Chile, Guatemala, El Salvador y Kenia.
El informe abunda en el rol de cada una de estas organizaciones:
«El Opus Dei aporta trayectoria, redes educativas y socialización de élites, con capacidad de irradiación doctrinal y jurídica. Hazte Oír y CitizenGO operan como laboratorio de movilización y como promotores de campañas digitales, con una curva de influencia que ha saltado fronteras. PNfV articula élites políticas e intelectuales a través de cumbres y seminarios, y construye vasos comunicantes entre agendas nacionales. Mientras que Vox/Disenso funcionan como vector partidario e internacionaliza la narrativa bajo el rótulo de la «Iberosfera».
En concreto, la organización religiosa Opus Dei, está presente en 74 países y con cerca de 100.000 adherentes en todo el mundo, colaboró con la dictadura franquista, con destacados miembros ocupando carteras ministeriales de los sucesivos gobiernos de Franco. Precisamente, de una plataforma del Opus, Foro Español de la Familia (FEF), nació Hazte Oír. Durante la primera década de existencia, según el informe, Hazte Oír actuó bajo el paraguas del Foro Español de la Familia (FEF).
La alianza del Opus con Hazte Oír, siempre según el informe, se rompió en 2010, ante la revelación de los vínculos entre Hazte Oír y El Yunque, la sociedad paramilitar secreta mexicana, involucrada en asesinatos políticos.
La ruptura traería consigo la formación de CitizenGO, según el informe: «La ruptura abriría el camino para la creación de CitizenGO en 2013, una plataforma de peticiones digitales que recorrería todo el mundo y consolidaría la nueva estrategia de intervención pública del movimiento».