
I Nick Humphries
Un informe reciente de Oxfam Intermón ha evidenciado un dato alarmante: el 0,1% de la población más rica genera en un solo día más emisiones de carbono que la mitad más pobre en todo un año. Esta revelación llega justo en el arranque de la Cumbre del Clima COP30, que se celebrará en Belém, Brasil, a partir del 10 de noviembre de 2024, mientras se conmemora el primer aniversario de la devastadora dana en España que se cobró más de 200 vidas.
El estudio, titulado “El saqueo climático: cómo unos pocos poderosos están llevando al mundo al desastre”, analiza datos desde 1990 y pone en evidencia cómo los estilos de vida extremadamente contaminantes de los superricos están desperdiciando el limitado presupuesto global de carbono que permite evitar una catástrofe climática.
Si todos los habitantes del planeta emitieran al ritmo del 0,1% más rico, los límites para mantener el calentamiento global bajo 1,5ºC se sobrepasarían en menos de tres semanas. De hecho, un superrico medio produce alrededor de 1,9 millones de toneladas de CO2 cada año a través de sus inversiones, equivalente a casi 10.000 vuelos alrededor del mundo en jets privados.
En España, la desigualdad es igual de brutal: el 0,1% más adinerado genera una huella de carbono 55 veces mayor que la del 50% con menos ingresos. Para alinearse con una senda climática sostenible, tendrían que reducir sus emisiones un 99,4% antes de 2030 y así evitar un calentamiento peligroso.
Este impacto desigual no se limita a cifras. A nivel global, las emisiones del 1% más rico causarán unas 1,3 millones de muertes por calor a finales de siglo, además de provocar daños económicos por valor de 44 billones de dólares a los países con ingresos bajos y medios para 2050. Los más afectados serán los que menos han contribuido al problema: comunidades del Sur global, mujeres, niñas y pueblos indígenas.
Se recuerda también que la COP30 coincide con el décimo aniversario del Acuerdo de París de 2015, periodo durante el cual el 1% más rico ha consumido más del doble del presupuesto de carbono que la mitad más pobre del mundo junta.
Este impacto desigual no se limita a cifras. A nivel global, las emisiones del 1% más rico causarán unas 1,3 millones de muertes por calor a finales de siglo, además de provocar daños económicos por valor de 44 billones de dólares a los países con ingresos bajos y medios para 2050. Los más afectados serán los que menos han contribuido al problema: comunidades del Sur global, mujeres, niñas y pueblos indígenas.
Se recuerda también que la COP30 coincide con el décimo aniversario del Acuerdo de París de 2015, periodo durante el cual el 1% más rico ha consumido más del doble del presupuesto de carbono que la mitad más pobre del mundo junta.
La crisis climática y las inundaciones en España
La reciente dana que azotó España en octubre de 2024 ha dejado claro que los fenómenos extremos golpean con mayor dureza a las personas más vulnerables. Oxfam Intermón alerta de que los principales afectados fueron hogares con escasos recursos, mujeres, mayores y comunidades migrantes, quienes además enfrentan menor apoyo institucional y mayores dificultades para recuperarse.
Las inundaciones suponen en España el desastre climático con mayores pérdidas anuales, con un coste estimado de 800 millones de euros cada año. Más de un millón de viviendas están situadas en zonas con riesgo de inundación, principalmente en la costa mediterránea.
En las áreas urbanas más expuestas, el 81% de los hogares reporta una renta neta media inferior a los 40.000 euros. Estas personas no solo viven en barrios con mayor presión climática, sino que habitan en viviendas antiguas y con deficiencias que aumentan su vulnerabilidad ante episodios extremos.
Lourdes Benavides, responsable de Justicia Climática en Oxfam Intermón, enfatiza que «la dana fue una muestra de cómo la crisis climática se entrelaza con la desigualdad». Señala que España figura entre los países más expuestos de Europa y que la catástrofe demostró la vulnerabilidad particular de la costa mediterránea, alertando sobre la urgencia de avanzar en una transición energética justa y en planes adaptativos inclusivos.
Propuestas urgentes para frenar la desigualdad y el cambio climático
Frente a estas realidades, Oxfam Intermón exige acciones firmes para rebajar las emisiones de los superricos y limitar su poder político y económico. Entre sus demandas destacan impuestos específicos: sobre la riqueza extrema, las ganancias desproporcionadas de compañías de combustibles fósiles y el impulso a la cooperación fiscal internacional.
Según la ONG, un gravamen del 60% sobre los ingresos del 1% más rico a nivel global podría recortar emisiones equivalentes a las del Reino Unido y generar hasta 6,4 billones de dólares. También se plantea frenar la participación de empresas contaminantes en las negociaciones climáticas y aplicar regulaciones rigurosas a corporaciones e instituciones financieras.
Además, subrayan la importancia de fortalecer la voz de la sociedad civil y de los pueblos indígenas en los foros climáticos, para garantizar un enfoque que reconozca las desigualdades en la crisis. Se pide un uso justo del restante presupuesto climático y que los compromisos nacionales (NDC) reflejen la responsabilidad histórica y capacidad de cada país.
Por último, Oxfam Intermón propone transformar el sistema económico vigente para priorizar a las personas y el planeta, dejando atrás la economía neoliberal y promoviendo un modelo basado en la igualdad y la sostenibilidad.